Abstract
Desde el origen de la fotografía cubana podemos detectar el carácter clasista del medio, lo que en el siglo XIX se traducía también en una utilización racista y segregacionista. Entre la abundante producción de tarjetas de visita y retratos fotográficos en diferentes formatos, desde la década del 40 del siglo XIX hasta los primeros años del siglo XX, ha resultado imposible hasta el momento detectar retratos de negros. Por supuesto, resulta obvio que en una sociedad todavía esclavista, como la de Cuba (s.XIX), los negros no tendrían acceso a los estudios fotográficos por razones económicas, pero también por razones sociales: el retrato se mantenía como una forma de representación de atributos de poder, de jerarquía y de estado social. Y también por razones estéticas: en el retrato se resumían patrones de belleza, de comportamiento y de vestuario.Downloads
Download data is not yet available.