Hacia la homogeneidad cultural entre España y América: la creación de la Universidad de México

Abstract

El proceso de conquista y colonización de la monarquía de los Asturias se caracterizó por el trasplante parcial del complejo institucional español a los territorios de América. Este proceso estaba motivado, entre otros factores, por consideraciones pragmáticas tales como el deseo de proyectar una visión misionera en las poblaciones indígenas y el reclamo de extender la autoridad real a los territorios de ultramar (Góngora, 1975; Morse, 1972; Sarfatti, 1966; Steger, 1974; Vicens Vives, 1958). Así, el proceso que llevó de la conquista a la colonización sedentaria, y de la improvisación a la institucionalización social, incluyó la conversión religiosa masiva, el establecimiento de ciudades en el continente y el desarrollo de un complejo sistema para la extracción de recursos naturales y la utilización de la fuerza de trabajo. El mismo proceso requería no sólo la creación de condiciones que lo hiciesen factible, sino también la transmisión de orientaciones y premisas culturales en cuyas bases se estructuraría todo el orden social. Las universidades, establecidas ya a la mitad del siglo XVI, jugaron un papel fundamental en la transmisión de tales orientaciones, que facilitaron, además, la consolidación de la unidad cultural y política.