Abstract
Una de las características más sobresalientes de los dos últimos siglos de la historia mundial ha sido la constante división de los bienes materiales entre las regiones del mundo y entre las naciones. Esta diferenciación es el resultado de complejas interrelaciones de fenómenos que se expresan en desigualdades de riqueza, distintos grados de estancamiento económico, retraso de unos países en relación a otros, diferentes potencialidades productivas y en la mayor o menor dependencia tecnológica, económica, política y cultural. Esta división se puede medir a través de variables que nos muestran los distintos niveles de vida: salud, educación, vivienda, ingreso disponible, industrialización. El análisis del conjunto de los resultados obtenidos ha permitido referirse a una jerarquía internacional de riqueza.