Abstract
El siglo XVIII es sinónimo, tanto en España como en América, de ilustración y reformas. Durante su curso se llevó a cabo un intento, más o menos serio según las distintas opiniones, de cambiar las estructuras administrativas y fiscales de los territorios bajo el control de la monarquía hispana. Al parecer, se buscó una mayor eficacia administrativa y una centralización de las estructuras. Se percibía como un asalto de la monarquía, dispuesta a recuperar el control -perdido durante el siglo XVII- sobre sus reinos. En América, este impulso significó ante todo la creación de nuevos virreinatos (Nueva Granada y Buenos Aires), la supresión de varias audiencias (tema de nuestro estudio a continuación), el establecimiento de intendencias y la designación de intendentes en temas fiscales y militares, junto a la liberalización gradual del comercio, antes limitado por un monopolio de inspiración mercantilista