Abstract
La globalización de las economías latinoamericanas, iniciada en la década de los ochenta, y la hegemonización del neoliberalismo provocaron una crisis en las identidades nacionales. La des-industrialización, la reducción del estado benefactor y las migraciones produjeron cambios en la composición del mosaico étnico, dando lugar a una creciente legitimación de la distinción cultural y de las identidades grupales. La cinematografía del continente manifiesta estos procesos con la cada vez más profusa aparición de personajes judíos y narrativas judías en películas destinadas al mercado cinematográfico general, que concurren a festivales nacionales e internacionales. Estos productos culturales dan cuenta de la reconstrucción de una etnicidad blanca, casi invisible en las pantallas hasta la última década del siglo XX.