Abstract
México fue objeto de particular interés para Alemania durante la Primera Guerra Mundial. De hecho, en la primavera de 1917 el conocido "telegrama Zimmermann" fue la excusa que sirvió al gobierno norteamericano para justificar su ingreso a la contienda. Nada indicaría que aquel interés desapareció cuando el estallido de la Segunda Guerra, sobre todo tomando en cuenta que el petróleo mexicano tuvo en la Alemania de Hitler su principal mercado consumidor, una vez que, a consecuencia de la nacionalización de 1938, norteamericanos e ingleses declararon un boicot a las compras de hidrocarburos mexicanos.Downloads
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